La solución al agobio digital no está en otra app de meditación.
De hecho, sólo agrava el problema.
Estaba leyendo este libro sobre los cambios que Internet está ejerciendo sobre nuestra mente.
Usando la frase «el medio es el mensaje» de McLuhan, el libro nos recuerda que el medio tiene más influencia que los mensajes.
En otras palabras: Internet está cambiando nuestro cerebro. Y cabeza a cabeza, nuestra sociedad.
La mejor manera que tengo de explicarlo es hablando de mi experiencia personal.
Durante la última década tuve un propósito: crear un negocio online exitoso basado en escribir bien y optimizar contenidos.
Ha sido un trabajo arduo, en el que he gastado miles de horas frente al smartphone y al ordenador diariamente, sin descanso.
Mi cerebro ha sido entrenado para operar bajo el esquema de «rápidas ráfagas de atención».
Aunque anecdótico, a lo largo de ésta década he quemado más sartenes que en el mismo período anterior. Y no creo que sea una casualidad.
Por eso me puse a investigar y me topé con varias publicaciones que confirman lo que ya sabemos. Internet tiene muchos efectos secundarios indeseados: accidentes domésticos, de tránsito, laborales, etc.
Esas consecuencias están directamente relacionadas con la influencia negativa de Internet en nuestra salud mental.
Peor aún, varios estudios de diferentes países confirman: hay un vínculo entre el uso de dispositivos móviles y síntomas depresivos.
Pero sin desviarnos de las sartenes y nuestra atención: la constante distracción, ya sea forzada por que tenemos que trabajar con alguien, o voluntaria porque queremos saber qué pasa en Twitter moldea nuestras conexiones neuronales.
En pocas palabras si no somos cuidadosos, Internet hackea nuestra salud física y mental.
Multitasking, cerebro y mediocridad
Hablemos del multitasking. Algo que antes era bueno y que ahora es malo. Como los cereales.
El «multitasking» es un término inicialmente acuñado para describir operaciones computacionales. (Atención: computacionales, no humanas).
Muchas personas creen que el multitasking es natural:
– «¡Ah! Pero yo puedo respirar, caminar y hablar al mismo tiempo!».
Sí, es verdad. Pero esas actividades usan diferentes caminos neuronales. Intenta pensar en dos cosas al mismo tiempo y entenderás.
Nuestra memoria de largo plazo está construida por la «memoria laborable (working memory)», encargada de crear la consciencia del ahora. La misma sólo retiene entre 5 y 7 piezas informativas simultáneamente.
Al alcanzar sus límites, perdemos la capacidad de discernir la información importante de la irrelevante. Por eso no nos extrañe olvidar lo que nos dijeron hace 30 segundos, o que se nos queme el arroz mientras respondemos un e-mail.
El problema se soluciona con más de lo bueno y menos de lo malo
Muchos parecemos entender la gravedad del problema.
Es más, lo entendemos tanto que se ha creado una industria para contrarrestarlo y hacer de ello un negocio.
Una de las más conocidas apps de meditación («Calm») está evaluada en 1 billón de dólares.
Otra conocida app de nombre «Headspace» tiene 62 millones de usuarios activos, 2 millones de usuarios de pago, y más de 600 empresas que le regalan la suscripción a sus empleados.
No tengo nada en contra de las apps de meditación, pero las uso para ilustrar un punto importante.
Viendo dos estudios sobre la felicidad de la Universidad de Harvard, podemos confirmar que: dejar que nuestra mente divague y estrechar relaciones humanas son de los predictores más importantes para una vida larga y saludable.
Ninguna de éstos dos factores está incrustado en ninguna app de tu móvil, sino en tus decisiones sobre su uso.
«la frecuencia con la que nuestras mentes dejan el presente es un mejor predictor de nuestra felicidad que las actividades en las que estamos involucrados»
Fuente
El otro estudio sobre la felicidad, con más de 80 años de recolección de datos confirma la importancia de la conexión emocional y las relaciones:
«El hallazgo sorprendente es que nuestras relaciones y lo felices que estamos en nuestras relaciones tiene una poderosa influencia en nuestra salud (…) Cuidar su cuerpo es importante, pero cuidar de sus relaciones también es una forma de autocuidado. «
Fuente
Cultivar actividades para dejar nuestra mente divagar, son importantes. Compartir más com familiares, amigos y parejas es vital.
En lo personal, mi meta es reunir a más familiares y amigos, mientras aprendo a cocinar mejor.
Intentaré, claro, que no se me queme otra vez la sartén.
Fuentes
- Sobre la memoria laborable (working memory): según un famoso estudio del psicólogo de George Miller (1956)
- «The Shallows: What the Internet Is Doing to Our Brains» – Nicholas Carr (libro)
- «Deep Work: Rules for Focused Success in a Distracted World» – Cal Newport (libro)
La foto es de la «Branda de Santo António», aldea con 1 habitante al Norte de Portugal. En la zona hay Internet.
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