Hola, aquí Flavio al habla. El siguiente es un artículo de invitado de Alfonso Ojeda.
Lo contacté inicialmente a raíz de este tuit, y desde entonces estoy tratando que me descubra cuál es su «nichomerce» secreto.
La verdad importa poco, porque hoy vino a darnos MUCHO valor, con sus aprendizajes en el mundo del e-commerce «hecho en casa».
Si te interesa contactarle, puedes hacerlo a través de twitter.
Sin más, les dejo con el artículo de Alfonso 👇🏼
Disclaimer
Disclaimer ¿por qué no enseñas la web, muchacho?
Puede ser una pregunta que os estéis haciendo, es lógico. ¿A qué viene tanto secretismo, por qué no nos enseñas el ‘nichomerce’?
Flavio me lo ha dicho claramente: la gente se va a molestar si no les enseñas la web.
Sorry.
Pero tengo mis motivos. Veréis:
Vengo de un mundillo muy competido, a veces genial, pero en general bastante tóxico.
En el SEO, y concretamente los que nos dedicamos a hacer nichos, mostrar un proyecto te puede suponer entre otras cosas que te salgan miles de réplicas, o aun peor, que te lo ataquen… Y sinceramente no son dos posibilidades que ahora mismo baraje afrontar.
Quizás si estás fuera de este oficio, resulte extraño este comportamiento y os pido disculpas si es así.
También creo que para lo que puede ser de vuestro provecho y beneficio, ver mi web o no, va a suponer poca diferencia, salvo que vuestra intención fuera replicarla claro está.
Pero sí es cierto que utilizando el ejemplo de los carteles de “Se busca” puedo dar algún detalle en paralelo que os puede servir.
- Tomando como ejemplo los carteles de “se busca” mi dominio sería: carteldesebusca.com o algo similar.
- Además, yo soy bastante aficionado a todo el tema de las pelis del oeste, con lo cual es un producto que yo mismo tendría en mi casa, y encima lo hago personalizado (nombre + foto).
- Hay una comunidad ingente de personas de todas las edades que son seguidores fieles de todo lo que tiene que ver con el wild west.
- Y como tal, el cartel de “se busca” es un producto codiciado, ya que poca gente tiene habilidades gráficas para hacerlo con su cara o la de un amigo para regalárselo.
- El encargo me llega con un nombre y una foto, yo lo pego en Photoshop y con una automatización que ya tengo diseñada y creada, lo mando a la impresora, en un papel tipo cartel del oeste. Lo meto en un sobre y al buzón.
Con estos detalles más concretos, creo que se va a entender mucho mejor. Es más, según estoy escribiendo esto, puede que me plantee más adelante, montar un proyecto similar para enseñarlo… Quizás de carteles de ‘Se busca’ que no descarto que tuviera demanda jeje.
Si algo me gusta de Internet, o de ‘vivir de Internet’ es que siempre puedo estar inventando cosas nuevas.
No es falta de foco (que también), más bien es un impulso creativo (o eso me quiero contar) que me lleva a estar pensando constantemente en nuevas formas de perder tiempo y dinero.
Pero de vez en cuando, alguna me sale bien. Aunque sea solo por estadística.
La última fue montar un ‘NICHOMERCE’.
Vaya basura de nombre ¿eh?
El ‘nichomerce’ no es otra cosa que un pequeño ecommerce pero enfocado como un nicho más de los que acostumbro a hacer.
Cuando digo pequeño hablo de una sola url, para vender un producto que hago yo en dos clics (literal), y con el que he sacado algún dinerillo sin mucho esfuerzo.
Todavía tengo que ver hasta dónde puede llegar, ya que estoy escalando poco a poco y probando diferentes estrategias.
Pero hablando con Flavio, nos pareció un ejemplo bastante apetecible para los que quieran ganarse la vida online, ya que como vais a ver, no hace falta ser un tiburón de los negocios digitales para montar algo que te genere para un plato de lentejas.
Y hay miles de formas de hacerlo, esta que os cuento es tan solo una, algo diferente de lo típico.
Lo que tengo claro, es que es una vía de negocio que tengo que explorar, sobretodo por dos motivos:
- Cuando se me ocurrió la idea, hice un estudio de mercado bastante rápido.
- En mi cabeza sonaba bien y en un par de días lo tenía todo listo para tener un proyecto mínimo valuable: «WordPress + Elementor + Woocommerce + PayPal y a contar billetes.»
El mayor porcentaje de tiempo lo invertí en el diseño de la landing y en hacer un buen copy.
Me quedó una web chulísima.
Y ahí lo dejé, abandonado y me puse con otra cosa.
Pasaron dos o tres meses, y un día mientras hacía café, estaba aprovechando para ir revisando correos…
Suelo tener un atasco de más de 100 correos en el inbox para leer, así que voy viendo si hay algo urgente y el resto ahí se queda.
Esa mañana, me fijé en que tenía varios emails de PayPal salpicados por aquí y por allá.
Me llamó la atención.
Así que me metí en PayPal pensando que me estaban intentando robar la cuenta o algo así…
- El margen de beneficio es mucho mayor que cualquier afiliación de Amazon o similar.
- Las vías de tráfico no dependen solo de Google y los designios de su caprichoso algoritmo.
- El producto lo podía hacer yo, y a un coste realmente bajo.
- Conocía perfectamente el público objetivo y cómo vendérselo.
- Había demanda, pero la oferta dejaba bastante que desear.
Lo podía hacer como si fuera un nicho de Amazon, posicionar las intenciones transaccionales y mandar los pedidos por correo ordinario.
Para mi sorpresa, tenía un montón de pagos de gente que no conocía… Y pensé ¿WTF?
Entonces se me encendió la bombilla, no podía ser…
Pero era, joder que si era.
Entré al WordPress del ‘Nichomerce’ y ahí estaba. Un montón de pedidos, correos preguntando movidas… Y yo ni si quiera había probado a hacer un prototipo del producto.
¿Y qué hice?
¿Apresurarme a contactar a todos clientes que habían comprado?
¿Salir a comprar el material para hacer el producto?
¿Ponerme a sacar pedidos como un loco?
No…
Entre a Twitter y me tiré 40 minutos escribiendo un hilo contando lo que me estaba pasando y lo idiota que era.
Pero este hilo lo leyó mucha gente. Flavio entre ellos.
Hablamos unos días después y le estuve contando un poco por encima cómo lo estaba haciendo y los siguientes pasos que iba a dar.
Comprometiéndome a cuando tuviera algo más de recorrido, contarlo en su
newsletter, de la cual soy fiel suscriptor.
Así que, aquí estoy.
Pensando en qué os puedo contar que os sirva realmente.
Como nunca me había metido a gestionar un ecommerce de forma seria (más allá de una pequeña aventura fallida) me parece que hay ciertas cosas importantes que os puedo resumir para que lo tengáis en cuenta si os apetece meteros en este mundillo:
1. El copy y el diseño no son negociables.
Si quieres vender, lo primero que tienes que cuidar y ensamblar en todo el proyecto es un copy y un diseño que funcionen.
2. Haz SEO.
Puede darte pereza, pero créeme que es una de las mejores inversiones a largo plazo.
Estructura tu web pensando en que esté lo más optimizada posible.
Textos, encabezados, titles, imágenes, interlinking… Todo suma.
3. Aprende un poco sobre pricing.
Sin ser yo un experto en la fijación de precios se me ocurrió probar algo que había leído hace años sobre la técnica de neuromarketing cochinera que usan en los cines para poner el precio de los bol de palomitas.
Mi competencia vendía el producto a 14, yo quería venderlo a 20.
¿Cómo lo he conseguido?
Añadiendo dos versiones más del mismo producto.
Por ejemplo:
a) producto base sin añadidos = 14€
b) producto normal con un simple añadido (que también tiene la competencia y que vende por 14€) pero yo lo vendo a 20€
c) producto premium que sale al doble y que tiene dos añadidos = 38€
4. No dependas solo de Google
Para alguien que se dedica a hacer nichos SEO y que sufre cada año al menos un par de updates, la posibilidad de no tener que depender de Google para tener ventas es genial.
Una de las primeras cosas que he probado es meter Facebook Ads y da un resultado estupendo.
Ahora quiero probar TikTok Ads y hacer diferentes campañas con varias creatividades.
Creo que la combinación de tráfico de pago con venta de producto es brutal y voy a ahondar más en esta dirección.
5. Mejora el producto
Gran parte de los ingresos los he reinvertido en hacer el producto mejor en dos aspectos.
- La calidad del producto final: mucho mejor de lo que pensaba que iba a poder hacer y además infinitamente mejor que lo que hacen los demás.
- Los procesos de creación del producto: reducidos al mínimo. Literalmente tardo 2 minutos en hacer un pedido y además lo he podido delegar.
6. Automatiza procesos
Enlazando con lo anterior, ahora estoy centrándome en automatizar algunos aspectos que me resultan bastante tediosos como contestar los correos que escribe la gente preguntando chorradas.
Y es que los clientes son muy pesados, muy ansiosos y muy poco hábiles. Pero bueno, hay que quererlos igual.
7. Gastos de envío y pago con tarjeta
También metí pago con tarjeta como una de las primeras implementaciones.
Mucha gente no tiene PayPal y la mayoría de carritos abandonados era por este motivo.
Desde que metí pago con tarjeta (Stripe) los carritos abandonados han reducido hasta ser algo realmente poco frecuente.
8. Otras optimizaciones
Por ejemplo, me di cuenta que podía optimizar mucho el proceso de compra. Evitando clics y niveles intermedios que eran innecesarios.
Haciendo un par de ajustes en el código (buscando cómo hacerlo por foros etc, no tengo ni papa de código más allá de cosas básicas) pude resolver todos estos problemas.
Ahora el proceso es mucho más rápido y sobretodo, pensando en el usuario poco hábil, es mucho más simple. Esto puede parecer insignificante, pero es vital para mejorar el CRO.
También he metido mapas de calor y he creado un “FAQ” para que no me escriban cincuenta veces preguntando lo mismo. Esto de momento tengo que resolverlo de otra forma, porque, pese a conseguir que me escriban menos, siguen llegando emails del tipo “cuándo llega mi pedido”.
Y esto sería, básicamente lo más importante que he aprendido hasta ahora.
Tengo claro que aquí hay pasta, no por el nichomerce este como tal, que genera un sueldecillo, si no como modelo de negocio.
Así que seguiré probando con él para coger un background y luego me lanzaré a hacer cosas más grandes, importando stock y locuras así.
Si Flavio quiere, estaré encantado de venir aquí a contarlo.
Espero que os haya resultado interesante 🙂
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