Durante mis 20+ años como emprendedor aprendí muchas cosas para las cuales no estaba preparado.
No sabía nada sobre productividad ni control del tiempo.
Probablemente tampoco sabía que la procrastinación era una cosa, ni que me costaría tantas horas de bajo o nulo rendimiento.
Con los años me he hecho con una serie de directivas que me hacen productivo.
Este es mi mantra personal de productividad.
Hacer > Todo lo demás
¿Sabes lo que es el anti-emprendimiento?
¿No?
Ya te lo explico.
Hay personas que leen, hablan y discuten sobre emprendimiento todos los días.
A pesar de que es el ejercicio más inútil que existe, aún lo hago después de 20 años como emprendedor.
Te puedes reconocer como un «anti-emprendedor» cuando buscas excusas o piensas en pequeños detalles que no harán ninguna diferencia.
¿Quieres ver algunos ejemplos?
- Cuál red social uso: ¿twitter o instagram?
- ¿Qué herramienta uso para convertir mi ebook?
- ¿Busco un coach para mejorar mis ventas?
Este tipo de preguntas son meras excusas para no movernos. Yo ya sé reconocer a este mal como un aliado de la procrastinación. El mejor antídoto es producir. Hacer. Less talk, more walk, baby.
¿Crees que para montar tu startup necesitas 10 clientes para validarlo? Entonces hazlo realidad: contacta 100 clientes potenciales para que 10 te digan que sí. No van a llegar por un tuit.
¿Crees que poniendo ese banner vas a vender más? Entonces haz el banner y súbelo. No vale la pena esperar a tener más tráfico si desde ya puedes poner en marcha el experimento.
¿Crees que si haces un mejor tracking de las palabras claves podrás entender mejor a tus clientes? Entonces aprende Google Tag Manager y busca la manera de poner tu visión en movimiento.
¿Que te puedes equivocar? Pues es mejor equivocarnos y aprender que nunca hacer nada.
Fluir es la meta
Construir su vida laboral alrededor de la experiencia de flujo producida por el trabajo profundo es un camino probado hacia la satisfacción profunda.
Cal Newport -Trabajo profundo
Trato de que mi vida esté organizada para poder crear momentos de flow (o estado de “fluir”).
No sólo me siento más feliz sino que me ayudan a producir y desarrollarme personalmente.
No hay nada que disfrute más, pero además estos momentos me permiten sacar lo mejor de mi capacidad intelectual y trabajar en aspectos que me ayudan a ser mejor.
“El “Flow” o estado de flujo, también conocido coloquialmente como “estar en la zona”, es el estado mental en el que una persona que realiza alguna actividad está completamente inmersa en una sensación de concentración energizada, participación total y disfrute en el proceso de la actividad.
En esencia, el flow se caracteriza por la completa absorción en lo que uno hace y una transformación resultante en el sentido del tiempo.
Eficiencia sobre efectividad
“El éxito proviene de mejorar e inventar persistentemente, no de hacer persistentemente lo que no funciona.”
Derek Sivers
Durante años — demasiados —, no presté atención a mis esfuerzos porque me parecía más importante mantenerme en movimiento. E hice muchas pero muchas cosas. Hice tantas cosas que llegó un momento en el que no podía hacer nada más para poder mantener todo lo que había inventado.
Así que llegó el momento de deshacerme de docenas de proyectos que no iban a ninguna parte. Y me prometí nunca más volver al mismo punto. Algo que requirió por lo menos un año de reorganización.
Con todo este dolor descubrí que prefiero primero pensar bien y mucho antes de iniciar cualquier cosa. Lo segundo es planificar con detalle antes de ponerme en marcha.
Despertar temprano / dormir bien es EL hack de productividad
Despertarme temprano es uno de los mejores hacks de productividad. No hay interrupciones de ningún tipo y estoy más concentrado que en el resto del día.
Cuando estoy muy agobiado o quiero romper un ciclo de poca productividad, pongo mi alarma a las 5.30 y me despierto a producir. No hay mejor sensación: cuando mi familia despierta, ya he terminado con la mitad de las cosas que me había propuesto para el día.
Las reuniones útiles son asíncronas en documentos compartidos
Esta es simple: no hagas reuniones en tiempo real.
En vez de hacer una reunión, abre un documento compartido (en Google Docs o Dropbox Paper o en la herramienta que prefieras, da igual) y pídele a tu contraparte que ponga por escrito sus argumentos sobre un tema en particular.
Desarrollen una conversación para llegar a conclusiones y ejecutar tomando todos los detalles en cuenta.
Esto le permitirá a cada una de las partes pensar mejor sobre lo que quieren decir o hacer, y se tomarán decisiones más concienzudas. La pérdida de tiempo será menor y las decisiones tendrán mejores bases.
Aunque leí muchas veces sobre esto en el blog de Basecamp (una empresa de software de trabajo remoto en equipo), no fue hasta hace 4 años que lo puse en marcha. No me arrepiento y no creo que pueda volver atrás. Las reuniones de trabajo tienen que ser así.
La comunicación interna basada en escritos extensos, en lugar de una tradición verbal de reuniones, hablar y charlar, conduce a una reducción bienvenida en las reuniones, videoconferencias, llamadas u otras oportunidades en tiempo real para interrumpir y ser interrumpido.
https://basecamp.com/guides/how-we-communicate
Si aprendes algo no hay motivo para arrepentirse
No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla
Thomas Edison, inventor de la bombilla eléctrica
Thomas Edison fue una de esas personas que falló miles de veces antes de lograr que el bombillo funcionara. Pero cada uno de los experimentos lo fue guiando más hacia lo que debía hacer y qué no.
Esto es lo que pasa cada vez que nos equivocamos. Tomamos nota mental (o real) de lo que pasó y evitamos que vuelva a suceder. Así de simple. Como emprendedores las oportunidades se van rápido y queremos aprender todo lo que podamos para ser cada día mejores.
Así que no tengas miedo. Elige un camino y avanza.
Si tuviera que resumir mi mantra de productividad en un tuit, esta sería la respuesta:
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Hasta la próxima semana,
Flavio
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La foto la tomé en Amsterdam, el septiembre del año pasado.
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