– Pon YA la televisión -me dijo-
– ¿Para qué? -le pregunté-.
No estaba preparado para lo que venía.
Cuando vi el segundo avión reventar contra las Torres Gemelas grité «¡MIERDA!».
En aquél entonces ya trabajaba a diario usando Internet.
Twitter y Facebook no existían, pero recuerdo recibir fotos y/o vídeos de amigos en Nueva York reportando la situación desde las ventanas de sus apartamentos.
Recuerdo que llamé a mi mamá para contarle lo que estaba pasando con mucha preocupación.
Después me serví el almuerzo y lo comí al fresco en un pequeño patio interno de la casa donde vivía, bajo el susurro de los árboles que protegían mi cabeza del ardiente sol tropical.
El resto de la tarde pasó como cualquier otra tarde, sin que nada cambiara en mi presente inmediato o futuro.
Sin embargo, los próximos días y semanas sufrí de insomnio y estaba muy nervioso, revisando noticas, feeds RSS y hablando con los amigos afectados por todas las vías posibles.
No entendía cómo algo que no me afectaba directamente influyera de manera tan negativa en mi día a día.
Desde entonces conozco los grados de ansiedad que nos infligen situaciones como la que vivimos hoy.
En los tiempos que corren, es útil saber cómo funciona nuestro cerebro, para contrarrestar los efectos negativos de una mente sobrecargada.
En éstos momentos estamos frente a un cocktail perfecto de estrés, aislamiento social, miedo y sobrevivencia que tenemos que dominar para actuar con serenidad y manejar bien la situación.
Depende de cómo lo manejamos nuestra capacidad de actuación en los próximos meses.
Estrategias anti-estrés durante la Pandemia
Es importante que tengamos claridad mental y concentración para no dejarnos atrapar por una espiral de pensamientos y sentimientos negativos.
A mayor claridad, mayor posibilidad de tomar decisiones acertadas en momentos de incertidumbre como el actual.
Limita el tiempo en redes sociales y el multitasking
Durante nuestras horas activas el cerebro funciona con un mecanismo llamado «memoria laborable». Ésta memoria tiene límites, y sólo puede retener entre 5 y 7 piezas de información al mismo tiempo.
Alcanzados los límites de la memoria de la consciencia («working memory»), al cerebro se le hace mucho más difícil distinguir la información importante.
Luego nos sentiremos agobiados, ansiosos, indecisos, frustrados y malhumorados, pues ya no podemos discernir bien.
Tanto el multitasking como las redes sociales hacen que éste tipo de memoria se vea sobrecargado muy rápidamente.
Tarea: limita el tiempo que usas en las redes sociales y trata de no hacer multitasking.
Cultiva actividades de concentración amplia
Para contrarrestar las emociones negativas, nada mejor para el cerebro que una actividad de concentración amplia.
El cerebro adora nuevos retos. Mucho más los que nos llevan a un estado de «flow» o Estado de Flujo. Escribir, dibujar, pintar, cocinar, tocar música, hacer ejercicios matemáticos o resolver problemas de lógica, jugar ajedrez, hacer crucigramas, etc. pueden beneficiarte durante éstos tiempos.
Tal como podemos leer en Psicología y Mente, éste estado influye positivamente en nuestro estado de ánimo:
- La atención se centra en la tarea y experimentas un alto grado de concentración
- La actividad es intrínsecamente gratificante
- Existe un sentimiento placentero relacionado con lo que estás haciendo
- Te pierdes en el tiempo
- La tarea se percibe como realizable y piensas que eres competente para llevarla a cabo
- Notas que tienes control sobre el esfuerzo que realizas.
- Desaparece la sensación de fatiga
- El estado de conciencia es casi automático, no requiere esfuerzo
Tarea: dedícale algunos minutos cada día a realizar una actividad de concentración amplia. Meditar también ayuda.
Muévete en vez de quejarte
Puede ser que te sientas agobiado. Quizás acabas de perder tu empleo o tu negocio está a punto de bancarrota.
En una situación como ésta, lo normal sería que te quejaras.
Pero si lo haces, construirás una narrativa interna de falta de control sobre tu propio «destino».
Haz lo que tengas que hacer para sobrevivir: recorta gastos, despide a tus empleados, llena los formularios del desempleo, haz lo que tengas que hacer pero por favor: ¡no te quedes paralizado!
Luego de pasada la tormenta, será hora de comenzar de nuevo. Con una hoja en blanco.
En los momentos de crisis se demuestra nuestra verdadera capacidad de respuesta para el liderazgo, el emprendimiento y la sobrevivencia.
¡No te paralices!
Tarea: Todos nos sentimos un poco alicaídos y nerviosos. Establece prioridades cada mañana y haz las cosas más importantes. Si te quedan energías, éste es un buen momento para nuevos aprendizajes.
Ignora las teorías conspiranóicas
Son tan desesperanzadoras que sólo nos pueden crear niveles de ansiedad innecesarios previendo un futuro que realmente nadie conoce.
Si no viene de un medio reconocido lo más probable es que no estén confirmadas, sean exageradas y no sean ciertas.
Tarea: IGNORA LAS TEORÍAS CONSPIRATIVAS. NO LAS COMPARTAS.
Rcuerda que el sol también saldrá mañana
Algunos días serán mejor que otros.
Recuerda que un sueño reparador puede cambiar por completo tu percepción de la situación.
Tarea: respira profundo.
¿Y tú? ¿Qué medidas estás adoptando para mantener claridad durante la Pandemia?
La foto la tomé en el Barrio Chino de Nueva York el año pasado.
Caterina
Flavio, a veces es necesario que nos repitan cosas tan básicas como las que aquí dices. De verdad te recargan la energía. Me super encantó!!
Flavio Amiel
Gracias por comentarlo Caterina. Yo también lo reviso cuando me siento «depre». Cuales quieran que sea los pasos para mejorar la percepción es una de las mejores cosas que podemos hacer.